Foto: Ine.es AM Serrano |
Asturias ha dedicado un museo a los calamares gigantes, más concretamente en la localidad de Luarca, que albergará los ejemplares del Cepesma (Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas). Cabe destacar que se trata de una veintena de calamares, lo que se considera una de las colecciones más completas del mundo en cuanto a esta especie. Incluso, dos de ellos han estado prestados por un acuerdo al Museo de Ciencias Naturales de Washington. Este museo de cefalópodos será un sitio se referencia para quienes se interesen por las criaturas del mar, los aficionados a la oceanografía y también para la comunidad científica que se sigue maravillando con lo que descubre de estos extraños seres del mar. Habrá espacios interactivos que harán de la visita una experiencia divertida y didáctica. El centro tiene tres plantas.
La visita se inicia en la segunda planta. Allí el visitante puede encontrar información sobre el fondo oceánico, las especies alóctonas; y también sobre el planeta y las leyendas que rodean al calamar gigante, al «kraken» en la literatura de Julio Verne. A continuación, el espectador se adentra, un piso más abajo, en la morfología y estructura del gran calamar. El más largo mide cerca de 14 metros y uno de sus tentáculos atraviesa la sala donde se exhibe y donde también se puede observar cómo se hacen las necropsias a estos singulares cefalópodos.
El Kraken es una criatura marina de la mitología escandinava y finlandesa descrita comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante que, emergiendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marinos. Se asocia popularmente a la especie de calamar gigante "Architeuthis Dux". La leyenda se originó en el avistamiento de alguno de ellos.
En 1802, el francés malacologista Pierre Dénys de Montfort reconoce la existencia de dos tipos de pulpos gigantes en Histoire Naturelle Générale et Particulière des Mollusques, una descripción enciclopédica de moluscos. Montfort afirma que el primer tipo, el pulpo kraken, ha sido descrito por los marineros noruegos y balleneros de América, así como antiguos escritores como Plinio el Viejo. Sobre la segunda categoría más grande, el pulpo colosal (se muestra en la imagen de abajo), se informó acerca de un ataque a un buque velero de Saint-Malo, frente a las costas de Angola.
El "Pulpo Colosal" de Pierre Dénys de Montfort atacando una nave mercante. |
Pintura de un Kraken, hecha por Pierre Dénys de Montforten 1801, y que a partir de las descripciones de los marineros franceses, la criatura los atacó en las costas de Angola. |
El Kraken
Bajo los truenos de las superficie,
en las honduras del mar abismal,
el Kraken duerme su antiguo, no invadido sueño sin sueños.
Pálidos reflejos se agitan alrededor de su oscura forma;
vastas esponjas de milenario crecimiento y altura
se inflan sobre él, y en lo profundo de la luz enfermiza,
pulpos innumerables y enormes baten
con brazos gigantescos
la verdosa inmovilidad,
desde secretas celdas y grutas maravillosas.
Yace ahí desde siglos, y yacerá,
cebándose dormido de inmensos gusanos marinos
hasta que el fuego del Juicio Final caliente el abismo.
Entonces, para ser visto una sola vez por hombres y por ángeles,
rugiendo surgirá y morirá en la superficie.(Alfred Lord Tennyson-Traducción de J.L. Borges)
La descripción de Tennyson aparentemente influyó en Julio Verne que imaginó al famoso calamar gigante en Veinte mil leguas de viaje submarino en 1870. Verne también hace numerosas referencias al Kraken y al obispo Pontoppidan en la novela.
Hoy en día se cuenta con este museo ya no es difícil imaginar las fantásticas criaturas que viven en nuestros misteriosos océanos. Este museo es una prueba de ello. Según la cultura popular sabemos más de Marte de lo que hay en el fondo del mar. Bernard Heuvelmans, el zoólogo, piensa que el mundo está lleno de criaturas aun no descubiertas. Calamares gigantes reales que tendrían estimadamente de 13 a 15 metros de largo, incluyendo los tentáculos. Ahora podemos observarlos de cerca. En el transcurso de la visita, se puede obtener información sobre la singularidad de cada océanos, sobre el material ajeno al mar que afecta a sus habitantes, como los plásticos; y sobre casi 500 especies diferentes. Además, a lo largo del recorrido, y según se realiza la visita de arriba abajo, el espectador puede observar una columna que recrea cómo son los fondos abisales. También es singular el olor a mar de una de las salas, donde en el decorado no faltan las algas, ni los fósiles de algunas especies.
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